Schegge di vangelo a cura di don Stefano Bimbi
ENTREVISTA IPPOCRATEORG

“Tratamos el Covid en casa y la mortalidad es casi nula”

“La red de médicos que tratan el coronavirus en casa nació de uno de nosotros que se preguntaba por qué se obtuvieron resultados brillantes en África. La solución estaba en los medicamentos y en las terapias tempranas, así inició nuestra actividad: respondemos a las solicitudes enviadas por correo electrónico y hemos superado los 6.000 casos tratados. La mortalidad es prácticamente nula”. Así narra el Dr. Paolo Martino Allegri el trabajo de IppocrateOrg a la Brújula Cotidiana.

Esteri 22_03_2021 Italiano English

La reciente sentencia del Tribunal Administrativo Regional (TAR) de Lazio que desmanteló la increíble tesis del gobierno según la cual para curar el virus Covid debemos limitarnos al uso de Paracetamol y permanecer en “espera vigilante”, para luego enviar al paciente a urgencias; y el protocolo de atención domiciliaria emitido por la Región de Piamonte, que prevé el uso de aquellos medicamentos utilizados con éxito en los últimos meses por médicos valientes que no han cumplido con las directivas del gobierno, han desencadenado la reacción airada de los guardianes de la revolución, los virólogos de moda que siempre están listos a negar la posibilidad de terapias.

Una vez más, el intransigente negacionismo contra la hidroxicloroquina, pero también contra otros fármacos. Sin embargo, la actividad de los médicos que curan nos ofrece un panorama muy diferente. Y no se trata de meras experiencias empíricas, pues deberíamos hablar de una verdadera Real Life Research: una investigación científica realizada en campo, no en el laboratorio o en modelos matemáticos.

Una de las realidades más implicadas en esta actividad de cuidados concretos, en respuesta a la necesidad de salud de los pacientes, muchas veces desesperados e ignorados, es la de IppocrateOrg. Una realidad de médicos que se han dado el nombre del padre de la medicina, de quien estableció los principios de la investigación diagnóstica y fundador de la deontología y de la ética médica. Conocimos a uno de los fundadores de la asociación, el Dr. Paolo Martino Allegri. Médico experto, clase 62, de Padua, pero nacido en África como hijo de un médico misionero, especializado en Pediatría y más tarde en Neonatología y Patología Neonatal. Tras una experiencia de siete años en el hospital, desde 1998 es pediatra de familia, y ahora trata y cura con éxito a los que padecen Covid.

 

Dr. Allegri, ¿cómo se involucró en la atención domiciliaria de pacientes con Covid?

Hasta hace 10 años fui pediatra de Vo 'Euganeo, donde aparecieron los primeros casos de Covid en el Véneto. No sabíamos cómo movernos. Algunos padres de mis expacientes, con neumonía documentada en la tomografía computarizada, se encontraron segregados en casa sin prácticamente ningún tratamiento y así fue como comencé, ofreciéndoles dosis masivas de vitaminas, especialmente vitamina D, de las cuales conocía los efectos fortalecedores de las defensas inmunes. Para mi sorpresa, estos pacientes mejoraron rápidamente su saturación de oxígeno. Desde entonces les he recomendado a todos una profilaxis vitamínica preventiva y dosis más altas en caso de enfermedad.

 

¿Cómo se sintió cuando se dio cuenta de que el Covid no era la peste negra, sino que se podía tratar y curar?

Gran satisfacción porque pude dar una esperanza no ilusoria a las personas que me pedían ayuda, pero al mismo tiempo me desanimé, porque me sentí solo y hasta se reían de mí los colegas con los que traté de compartir mi experiencia.

 

¿Cómo nació la realidad de IppocrateOrg?

De una brillante intuición del fundador, Mauro Rango, un italiano que vive en las Islas Mauricio. Allí se erradicó rápidamente el coronavirus en un principio, utilizando fármacos que conocemos desde hace décadas, como azitromicina, hidroxicloroquina o cortisona, mientras que aquí en Italia la gente moría como moscas. ¿Cómo fue posible que en África, donde la atención de la salud no está tan avanzada como la nuestra, se obtuvieran resultados tan brillantes, mientras nosotros no lográbamos contener la propagación de la enfermedad? Así fue como lanzó un llamamiento vía WhatsApp a un grupo de amigos, un llamamiento que rápidamente se volvió viral. Desde noviembre, iniciaron las actividades de asistencia por parte de los médicos de este grupo, que respondieron a las solicitudes de ayuda enviadas por correos electrónicos de los pacientes.

 

¿Cuáles son los resultados obtenidos por los médicos de la asociación?

¡Los resultados son excelentes! Puedo decirlo con seguridad porque tengo los datos no solo de los pacientes a los que he atendido, sino también de los de otros compañeros. Hasta la fecha, hemos superado ampliamente la cantidad de 6.000 casos tratados. De estos, solo un pequeño porcentaje necesitó tratamiento hospitalario temporal, pero son las personas que llegaron a nosotros tarde. Nuestra experiencia muestra que la intervención temprana es la estrategia ganadora. La mortalidad de los pacientes a los que seguimos es prácticamente nula: entre los que hemos atendido a la semana del inicio de los síntomas, no hemos tenido ninguna muerte.

 

Por tanto, los hechos nos dicen que es posible tratar y curar a domicilio. Con el resultado de evitar el temido hacinamiento de hospitales y cuidados intensivos. Sin embargo, los cuerpos técnicos gubernamentales no han hecho nada para incentivar la atención domiciliaria y se han enfrentado a esta posibilidad, oponiéndose a nivel de protocolos a cualquier terapia que no fuese paracetamol. ¿Qué piensa de esta estrategia?

Creo firmemente que es un error muy grave no fomentar la atención domiciliaria. Tratar el Covid en casa es mucho más fácil de lo que se cree, siempre que se intervenga temprano, como ya he dicho. Soy pediatra y ciertamente no me gustaría tratar a un adulto con otras patologías, pero me resulta bastante fácil tratar a personas con Covid. Mi paciente más anciana que ya se recuperó tiene 95 años, mientras que ayer atendí a otra que tiene 98 años. En cuanto al paracetamol, está bien establecido que su uso agrava la situación, por dos motivos. El primero es que no tiene acción antiinflamatoria, fundamental en el tratamiento de esta enfermedad, sino que actúa únicamente como antifebril, dando al paciente la ilusoria sensación de mejoría, mientras el virus continúa extendiéndose por todo el organismo. El segundo es que, para metabolizar el Paracetamol, se consume Glutatión, una sustancia antioxidante presente en nuestro organismo y que, en cambio, es fundamental para combatir la oxidación provocada por el virus en los tejidos.

 

La reciente sentencia del TAR de Lazio finalmente parece abrir la posibilidad de promover protocolos de tratamiento que prevean el uso de aquellos medicamentos cuya eficacia ha sido reconocida desde hace mucho tiempo en la cura de los enfermos ...

Estoy de acuerdo. La sentencia es muy clara al respecto. Mi esperanza es que ahora, incluso a nivel ministerial, se tome en cuenta esta nueva realidad de la atención domiciliaria que afortunadamente se está afianzando, no solo gracias a IppocrateOrg, sino también por otras iniciativas que están surgiendo desde la base de nuestra sociedad.

 

Si usted fuese llamado a una audiencia ante el Comité Técnico Científico, gracias a la experiencia de los últimos meses, ¿qué le diría a los expertos?

Yo diría que hay que admitir con valentía que el tratamiento de la enfermedad en el hospital fue una estrategia equivocada y que es hora de cambiar de rumbo. Muchos médicos se están dando cuenta de esto. Los números demuestran que tenemos razón: la atención domiciliaria temprana funciona. Necesitamos incentivarla para vaciar los cuidados intensivos. La política debe tener en cuenta esto.